Roddy Ricch es uno de los nombres más sonados en la actualidad, pues, su ascenso meteórico a las cumbres del rap, ha demostrado que este pana es bueno en lo que hace. Sobre todo, al momento de sacar bangers que nos inviten a mover el cuello e imitar bailes ridículos que vemos en TikTok (de hecho, Roddy se hizo famoso por eso). Con un primer proyecto a cuestas, en el cual constan algunos de sus temas más conocidos como The Box o Bacc Seat, el panorama parece prometedor para el joven Roddy, quien, para finalizar bien el año pasado, decidió soltar un nuevo álbum donde pondrá a prueba si el éxito conseguido en Please Excuse Me for Being Antisocial fue cuestión del clout de internet o si Live Life Fast es un paso firme en la carrera y discografía de Roddy Ricch.
Vida rápido y rápido aprendizaje
Nunca he sido gran fan del tipo de rap que ofrece Roddy Ricch. A decir verdad, me parece un tanto repetitivo y molesto el flow de dobles tiempos sobre instrumentales con arpegios y adornos excesivos. Sin embargo, tengo que decir que, en esta ocasión, Roddy hizo buen alarde de este estilo y más de un par de apuntes brillantes dentro de un álbum al que no le veía ni pies ni cabeza. Muchas veces nos solemos dejar llevar por las primeras impresiones, dejando que un juicio precipitado nos prive de posibles sorpresas. Sin duda, Roddy Ricch nos da una agradable sorpresa al regalarnos un interesante compilado de bangers con la personalidad propia de un artista que aún intenta consolidar su estilo.
En Live Life Fast, Roddy empieza franco, sincerandose con el nuevo capítulo en la vida que le ha proporcionado el estrellato. Iniciar el álbum con una fuerte sentencia, una experiencia de vida sobre el precio a pagar por vivir rápido. Por tal razón, este deja claro que va a tomarse las cosas con calma, Sin embargo, este preámbulo me parece un tanto innecesario cuando uno de tus primeros tracks es thailand, un buen banger que samplea ritmos orientales para dejarnos claro que aunque Roddy quiera vivir una vida más tranquila, existen ocasiones en que es necesario apretar el acelerador.
De ahí en más, los sonidos que embarca todo el proyecto se olvidan de “llevar-las-cosas-con-calma” y explora los sonidos caros (pero bien logrados) con letras que luchan por mantener el mensaje de “enfócate, Richie”. Temas como “paid my dues” o “move to miami” son ejemplos claros del cambio que está obligado a experimentar el artista, así como los retos que supone el “convertirse en estrella” para hacerse un hueco en el difícil juego del Hip-Hop.
Nos sintamos identificados o no, tenemos que aceptar que “esto” le da un plus adicional al proyecto, el cual se encarga de ponernos en los zapatos de Rich para reflexionar sobre las presiones inherentes a la fama y el éxito. Sin embargo, esto no deja de estar acompañado de una forma bastante entretenida de “endulzar” la triste realidad del artista por medio de la música porque… ¡UFFF! La música es buena, las atmósferas que oscilan entre la manufacturación más trapper de la mano de productores como Boi-1da, Southside, Sonic o TM88; junto al sampling y beat-breaking que pueden ser bien ejemplificadas en temas como bibi’s interlude.
La colaboraciones también tienen buenas críticas por parte de quién les escribe, pues artistas como Lil Baby, Takeoff o el gran 21 Savage logran una buena simbiosis con el estilo de Roddy en los respectivos tracks donde estos aparecen. De esta manera, Ricch logra poner un buen proyecto en su “palmarés” discográfico, ya que este proyecto resulta entretenido para escuchar durante una tarde que necesitas activarte o animarte.
Vida rápida… ¿rápido estancamiento?
La música de Roddy está en peligro. No de extinción, sino de estancamiento debido al gran mercado de música que exige piezas como las que Roddy se encarga de hacer… al igual que otros 100 rappers con los que comparte leva. Si bien el artista impregna personalidad en varios de sus temas, gran parte de su álbum lucha de forma incansable por lograr un producto que se asimile al de sus colaboradores. No es por sonar como un hater promedio, claro que no. A lo que nos referimos cuando tildamos a un proyecto de “repetitivo”, por lo general hacemos referencia a la gran cantidad de otros proyectos que suenan igual al que reseñamos en ese momento o a la gran cantidad de temas que suenan iguales dentro del mismo.
Temas como crash teh party, everything you need o los tres últimos temas con los Rich cierra este Live Life Fast se transforman en refritos de temas que ya ofertó en Please Excuse Me for Being Antisocial, por no decir que batalla por sonar como Lil Baby o NLE Choppa. Lamentablemente, estos detalles / observaciones no hacen más que restarle puntos en autenticidad a lo que el propio artista tardó en construir durante toda la primera mitad del álbum.
Parlantómetro
2.9 / 5
Roddy aprende y desaprende de sus aciertos y errores dentro de un álbum entretenido pero que tiene varios altibajos.
Canciones Favoritas:
thailand
hibachi (feat. 21 Savage & Kodak Black)
paid my dues (feat. Takeoff)
no way (feat. Jamie Foxx)
moved to miami (feat. Lil Baby)
don't i (feat. Gunna)
bibi's interlude
Escucha LIVE LIFE FAST en:
LIVE LIFE FAST (2021) es un trabajo de Roddy Rich, propiedad de Atlantic Recording Corporation.
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