Así es… volví de la muerte y traigo a cuestas a uno de los rappers más influyentes de las dos últimas décadas. Así es, Champagne Papi vuelve una vez más con un nuevo proyecto a las espaldas, en medio de las nuevas polémicas que rodean la vida del artista de Toronto (y por polémicas, me refiero a las crecientes tensiones que no mermado entre Drizzy y el señor Kanye West). Todo este desvergue que nadie entiende entre una pelea de pitos ricos que divide al mundo en dos bandos. Entre amenazas de filtraciones y “lo saco primero… lo saco primero”, Drake soltó Certified Lover Boy, un álbum que demoró más de tres años en ser terminado, convirtiéndose así en el sexto álbum de estudio del canadiense. Cabe recalcar que en esta reseña no veremos quién la tiene más grande entre Drake o West. Sin embargo, tendremos que analizar seriamente si este proyecto se transforma en uno de los nuevos clásicos de Drizzy o se va para el “cajón de los olvidados” junto a otros tantos proyectos de Champagne Papi.
Drake: Amante certificado
Gente, ustedes saben que no soy muy fan de la música que Drake ha lanzado durante los últimos años. No obstante, eso no significa que conozca un poco de la carrera musical de Champagne Papi porque: ¡afrontémoslo! No saber quién vergas es Drake en pleno 2021 es vivir debajo de una piedra. Negar la existencia de este pana es imposible, pues es un éxito en toda la extensión de la palabra y Certified Lover Boy no hace más que confirmar algo que ya sabíamos. Este proyecto, además de estar hecho para iluminar todas las carteleras con la cara de Drake y el corazón que se rapó en la frente, tiene algunos matices que lo vuelven un álbum (a momentos) muy entretenido, con un extenso catálogo de bangers y una que otra colaboración alhaja.
Para empezar, creo que una de las cosas a destacar es el tema introductorio a este CLB, pues, en lo poco atractivo que me parece un beat producido por 6 personas, este transmite una muy buena producción que intenta asimilarse al estilo drumless de las producciones del equipo Griselda. Personalmente, creo que Drake tiene un tino exagerado para escoger temas introductorios. Por otra parte, también hay que reconocer la variedad que el canadiense le ha inyectado al proyecto, pues, tal como se muestra desde la portada de este álbum, Drizzy no se dejó nada en el tintero y decidió entrarle a todo lo que se mueva y si bien, la mayoría de los proyectos de Drake cuentan con variedad en sus temas, esta se acentúa en CLB. Es notorio el cambio de atmósferas, mucho más experimentales y apegadas a los trabajos más recientes del artista donde, si bien Drake tenía sus “jugueteos” con el R&B, esta era la principal razón de que sus últimos proyectos fueran tan criticados. Ahora, parece que en CLB existe un poco más de afinidad por la música soul: un claro acierto. “The Remorse” (el track que mejor expresa esto) es una canción hermosa con un beat que comprende los espacios más pensativos de Drizzy.
Asimismo, existen otros detalles que hacen que nos enfoquemos, cada vez más, en CLB. Por un lado, existe una gran entrega por parte de Champagne Papi en cuanto al delivery de los temas, pues el menú de flows está a la orden del día. Drizzy hace alarde de una buena dominación en varios temas donde, además de la producción entretenida, la calidad vocal de “el de Toronto” hace que este se adecúe al variado acordeón de estilos que tiene CLB. Con Drake no hay que preocuparse si este no transmite la suficiente energía, pues cumple la cuota y hace que nos entretengamos con muy buenos temas como “No Friends In The Industry”, “Knife Talk” o “7am On Bridle Path”. Lejos de ser temas redondos o bien logrados, tenemos que aceptar que Drake tiene un carisma y personalidad enérgica, la cuál se impregna en los temas y hacen que quieras mover el cuello (aunque sea un poco).
Por último (y como es de costumbre), hablaré un poco de las colaboraciones dentro de este álbum, las cuales son un montón. Entra las plumas y botones a destacar en CLB tenemos que comenzar con leyendas del calibre de Project Pat y JAY-Z. De hecho, HOV se dio el lujo de aparecer en los dos álbumes de la discordia, regalándonos uno de los versos más memorables de este 2021. Asimismo, Rick Ross y Lil Wayne, co-estelares en “You Only Live Twice”, 21 Savage, Metro Boomin (es notoria la influencia que estos dos aún mantienen de otros rappers y productores de Atlanta como Juicy J, DJ Paul y, del ya nombrado, Project Pat) nos regalaron colabos muy decentes y de buen juego. Por último, la increíble participación de YEBBA en el tema “Yebba’s Heartbreak”, un tema desgarrador que, además de haberle sacado más de una lagrima a algunx, no hubiera sido lo mismo de no haber tomado forma en la voz de la artista.
CLB: Drake vs. Drake
Llegó el momento que todos esperaban: el de hablar mal de un proyecto que hizo más dinero que todo el PIB semestral de todo Ecuador. Si bien, para nosotros es difícil hablar mal de un proyecto cuando cumple con muchas de los estándares de calidad que tenemos aquí en el Parlante, cuando no lo es: es facilazo; y, lamentablemente, Drake nos lo puso algo difícil con CLB… mas no imposible.
A ver, ya quedó en claro una cosa: Drizzy es un éxito en todo lo que hace y Certified Lover Boy es, en números, al igual que su creador, un álbum exitoso. Sin embargo, a lo largo de más de 100 reseñas, hemos aprendido que: el hecho de que un álbum mueva tanta plata y gente, no quiere decir que se trate de un álbum que esté destinado a permanecer en la memoria del público como un álbum, valga la redundancia, “memorable” y créanme, Drake, para hacer este tipo de álbumes, es todo un MVP. Certified Lover Boy, ¿es un álbum entretenido? Si, lo es. Entonces, ¿no es mediocre? Si, también lo es. La fórmula repetitiva que te hace implorar por sexo en las canciones que conjugan de una manera, más que quemada, el rap melódico-R&B meloso e irritante al que Drake ha acostumbrado a su fanbase es la prueba más contundente de que el siguiente paso en la evolución de la carrera musical de Drake es, apenas, el primer paso de que yo conozco como “el eterno retorno”.
El tipo de cosas y detalles que volvieron a Drake famoso hace más de 10 años, son las mismas que lo han condenado a moverse en círculos que, a pesar de que sean exitosos a grandes rasgos, no hacen más que decepcionar a una parte de sus oyentes que ven un potencial inimaginable en la calidad musical del artista de Toronto y eso que no es la primera vez que veo como este pana caga algo que, en un inicio, sonaba a un disparo de escopeta que haga que cierre la boca y sienta lo mismo que sentí la primera vez que escuché If You're Reading This It's Too Late o la primera parte de Scorpion (disco que Daniel detesta con todo su ser pero que, para mi, esta primera parte, es una de las veces en que he visto a Drizzy más inspirado que nunca).
Drake no tiene la más remota idea de qué es lo que el mismo se ha hecho y créanme, dudo mucho que, si quieres, tenga la más mínima noción del pedazo de artista del que se está perdiendo de ser por continuar que mando cartuchos que terminan siendo balas de salva.
Parlantómetro
2,8 / 5
Hey Quito, your favorite Parlante is not on CLB for obvious reasons.
Canciones Favoritas
Champagne Poetry
Yebba’s Heartbreak
In The Bible (feat. Lil Durk & Giveon)
Knife Talk (feat. 21 Savage & Project Pat)
Love All
Escucha Certified Lover Boy en:
Certified Lover Boy (2021) es un trabajo de Drake, propiedad de OVO y Republic Records, una división de UMG.
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