Freddie ya es una leyenda, pues puede jactarse que, a sus 40 años, tiene bajo su cinturón algunos de los trabajos más aclamados por la crítica y el público. En menos de 10 años, Freddie Gibbs se ha hecho de un nombre valioso para la escena musical y la industrial. El rapper de Gary (Indiana), ha demostrado su talento y valía en este juego donde ha apostado y ganado.
Su última gran apuesta (y acierto) fue su tan esperada colaboración junto a The Alchemist en Alfredo, uno de los mejores álbumes del 2020 (siendo injustamente superado por King’s Disease de Nas en la carrera por los Grammy’s).
Freddie mira al “juego” como una práctica que conoce de sobra (casi como Robert De Niro en Casino): viendo los movimientos y las fichas cambiar de lugar, solo para volver a su bolsillo. Sabe que las luces y los reflectores que pueden asombrar a un principiante, ya no tienen efectos negativos sobre él y, a diferencia de sus otros trabajos, en $oul $old $eparetly, esta ya no es una declaración de intenciones, sino un manifiesto: “Tengo tu respeto y ahora no me puedes decir nada”.
El casino y el juego como metáfora de vida, incertidumbre y éxito
Skinny Suge ya no necesita de nosotros como hace unos años atrás cuando estaba hambriento, porque… ¿acaso no lo escuchaban? Dios, ese hombre rapeaba como si su vida dependiera de ello. Para entender esto de mejor manera, ignoremos por un momento que Freddie Gibbs ha soltado algunos de los mejores álbumes de rap contemporáneos junto a algunos de los productores más legendarios de la historia del rap como Madlib o, el ya nombrado, Alchemist. Me refiero a darle una vista al tiempo donde Gibbs soltaba raps desde lugares donde no llegaban las luces de los reflectores.
Entender y abrazar algunos de los trabajos anteriores de Freddie, tales como Freddie o You Only Live 2ice es importante para entender los “nuevos” flows que el rapper de Indiana quiere poner sobre la mesa. Si, los estilos distan muchísimo de la calidad, estructura y musicalidad que Kane plantea en otras propuestas como MadGibbs o Alfredo. Sin embargo, es dentro de estos proyectos donde encontramos el verdadero corazón de lo que significa la música del Big Boss Rabbit: fraseos feroces sobre ritmos inesperados (Uy, ¿acaso es un poco tarde para decirte que te vas a encontrar muy poco de lo te encontraste en Piñata o Bandana?).
$oul $old $eparetly no es el mejor trabajo de Freddie, eso lo sabe todo el mundo. No obstante, cuenta con una gran variedad de detalles y elementos que hacen que esté un poco encima del promedio, además de regalarnos a un Freddie pleno en todas las formas de su talento lírico.
Empezando por el “elefante en el cuarto”, la metáfora del casino es demasiado obvia a primera vista, pero como una persona que ha visto Casino de Scorsese más de tres veces, puedo decir que esta metáfora, en realidad, esconde muchas más cosas de las que proyecta. El “juego” del rap, al igual que un casino, está lleno de atracciones y espacios que están diseñados para hacerte perder. Empero, he aquí la mano experta del jugador transitado que se sabe sobreponer a los retos en su mesa. Sin embargo, dentro de esta propia metáfora del casino, no podemos negar la existencia del glamour y la excentricidad, características propias de $$$, pues sus producciones están llenas de detalles que engrosan las filas de la música trap hasta algunos destellos experimentales, R&B y de rap drumless, tal como es el caso de Blackest In The Room (producida por Alchemist).
Pero, sigamos con la música trap: eje importante en la carrera de Gibbs hacia su consolidación como rapper clásico porque antes de Madlib o Alchemist, los ojos de Freddie estaban puestos en el trap. Las atmósferas de rap más contemporáneas (por no decir que están parcialmente fuera del halo de lo “clásico”) son las que sobresalen. Quizás quiso dar a entender que se puede montar sobre todo y que sobre todo suena bien.
Lastimosamente, este tipo de rienda no me deja satisfecho, pues, al igual que muchos, siempre me pareció insuperable el hecho de que un rapper de la talla de Gibbs se pudiera montar tan bien sobre beats de corte más “estricto” a las formas noventeras. Supongo que está mal encasillar a Freddie en la senda del boom bap, porque su trabajo en $$$ no deja espacio a dudas sobre el camellazo lírico que realizó en este álbum y el logro de producción que significó su realización. Sin embargo, me parece que haber tirado parejo por ambas caras de la misma moneda, en igual proporción, le hubieran asegurado más puntos. Si, lo sé, la mayoría de los ritmos que usa $$$ tienen la estructura de ser boom bap, pero no son lo mismo. Nuevamente: este trabajo no está mal, pero… en lo personal, dejó mucho que desear.
No obstante, el trabajo de Gibbs como liricista y spitta continúa impoluto. El desahogo de la carga emocional y la apertura a la intimidad de lo personal en las barras de Freddie nos permiten ver un poquito más allá de la figura de éxito y dominancia a las que nos ha acostumbrado el rapero. Creo que este ejercicio de “auto-examinación” sobre su labor como analista crítico de su propio pasado, modelo a seguir, referente musical y uno de los exponentes más importantes del Hip-Hop actual, hace que su bolígrafo visité nuevos lugares y nos regale experiencias más complejas y entrañables. Aunque, nunca están de más unos poderosos raps sobre cocaína y más si es que se trata de tener como línea conductual un casino… ¡más aún cuando Freddie es quien rapea sobre ello! Así que, punto para $$$.
Por último, el tema de las colaboraciones siempre es algo intrigante cuando de los proyectos de Kane se trata, pues, a pesar de que siempre tenga de su lado a grandes nombres con los que competir, nunca deja de existir una cierta incertidumbre de “¿qué pasa si no estoy a la altura de los grandes artistas que incluí en mi disco?”. Sin embargo, este no es el caso. Gibbs ha sabido pararse junto a esos grandes nombres (a veces hasta intimidantes) y dar la talla para hacer que las colaboraciones encuentren un punto medio entre todos sus componentes. Si, algunas de ellas poseen más peso que otras, pero eso no quiere decir que no sean igual de buenas. Raekwon, Scarface, Anderson .Paak, Alchemist, Hit-Boy, Moneybagg Yo, Offset y el gran Pusha T son algunos de los nombres que acompañan a Freddie en el álbum. Mismos que aportan con grandes barras que realzan la composición interna de $$$(sobre todo el putísimo Pusha T, quien se mandó uno de los versos del año).
En fin, $oul $old $eparetlyes un álbum que fue hecho para demostrar que, de ahora en adelante, Freddie Gibbs no responde a nadie y por eso, va a hacer la música que a él le gusta. No porque no quiera nuestro respeto, sino porque ya lo tiene. No porque no le guste la música que hacía antes, sino porque ahora quiere hacer la misma solo que sobre ritmos y composiciones distintas. Y por último: no porque ya no tenga retos, sino porque ahora quiere nuevos.
Parlantómetro
3.8 / 5
La Rabbit season llegó tarde este año, pero valió la pena.
Canciones Favoritas:
Blackest in the Room
Feel No Pain ft. Anderson .Paak & Raekwon
Gold Rings ft. Pusha T
CIA
Decoded ft. Scarface
Gandma's Stove ft. Musiq Soulchild
Too Much ft. Moneybagg Yo
Dark Hearted
Escucha $ould $old $eparately en:
$oul $old $eparately (2022) es un trabajo de Freddie Gibbs, propiedad de ESGN y Warner Records.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos propietarios, fotógrafos y/o al/ a la artista/s representadx/s en ellas.
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