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Foto del escritorDaniel López

Can Can - Caos

Actualizado: 23 abr 2022

En el ya lejano 2002, directo desde la carita de Dios, Dennise Santos y Daniel Pasquel formarían los pilares de la que es considerada una de las bandas más icónicas de la escena independiente, por supuesto estoy hablando de Can Can.

Si algo caracterizo al paso de los canidos por las tarimas, fue la diversidad (tanto en sonido como en integrantes) y la originalidad. Comenzando por su primer disco homónimo, en el cual primaban sonidos electrónicos, reverbs, sintetizadores y en un menor plano las voces y guitarras, alejándose de la tendencia que marco los 90´s en la música ecuatoriana. La agrupación encontró su lugar en el corazón de miles de fans, mismos que deseaban tener más música de este grupo.

Con Malditos Villanos Pixeleados y Lado C (segundo y tercer disco respectivamente), la banda empezaría a distanciarse de los computadores, dando atención a los riffs de guitaras, golpeteos de batería más acentuados, un bajo atrapante y por supuesto a la versátil voz de Denisse (ya llegaremos a eso).

Giras de conciertos, una boda con Guardarraya (si alguien tiene el DVD del concierto, socialícelo con la clase) y miembros rotativos (como Mauro Samaniego y Andrés Caicedo) fueron los hechos que llevarían a la banda, en 2011, a consagrar su alineación y disco estrella.

Sumados a Dennise y Daniel, ahora teníamos a Toño Cepeda (Biorn Borg) en el bajo, José Luis Vergara en la batería y a Ken Stringfellow (R.E.M – The Posies) en la producción, juntos crearían uno de los discos más icónicos en la música ecuatoriana: Caos.

Portada Original de "Caos"

La joya de la corona en la discografía de Can Can

Bien partamos desde lo básico. Caos es un disco de 1 hora y la yapa (4 minutos), lo cual podría traer inconvenientes que son usuales en álbumes de esta clase de duración, como momentos y canciones de relleno. Dicho eso, esta es una bronca casi inexistente para este proyecto.

Gracias a la estructura de momentos de paz - marcados en lo general por el bajo y la batería - que poco a poco asciende a un clímax regocijante y placentero, el disco se siente consistente y teatral. Si bien ciertas canciones pueden compartir progresiones o ensamblajes similares, esto ayuda a percibir todo como una gran narrativa, compuesta por varias historias pequeñas que están presentes en las letras de cada track. Las mayores fortalezas del álbum se encuentran en la increíble química que la banda tiene como conjunto, la producción meticulosa de Ken y la sumamente versátil voz de su front-woman, Dennise.

Las liricas tienen como objetivo envolver distintas cuestiones que resultan caóticas tanto en un ambiente personal como a nivel global. Temas como la toxicidad de un enamoramiento, el desapego emocional, el olvido, la conflictividad socio política del mundo y la búsqueda de identidad, son los recursos de los que se vale Can Can para que escuchemos su obra. Ahora hablando puntualmente de ciertas canciones:

Para abrir el telón se encuentra Tiempo, una canción que juguetea mucho con el suspenso. Para ello hace uso de chasquidos, vocales extendidas y golpeteos de batería que se mezclan con un sutil sonido de distorsión electrónico. Por su parte la letra nos habla sobre lo difícil que puede ser olvidar a alguien, en especial cuando ese alguien ya ha hecho su vida sin ti. Esta canción tiene un inicio suave que como he explicado antes se aproxima a un clímax que quiebra el suspenso.

KKK es una de esas canciones que empiezan con un riff de guitarra fuerte, la increíble química entre todo el aspecto instrumental, da pasa a la voz de Dennise, misma que muestra matices más ásperos, adecuándose finamente al delicioso sonido de la guitarra. Esta es sin duda una de las canciones más poderosas y empoderantes del disco.

Curiosamente este momento tan explosivo contrasta con la canción que le sigue, 1 12 25. Me cuesta expresar en palabras lo increíblemente satisfactorio que resulta el intro de esta canción, con la aparición de un pequeño motiv de guitarra, abriendo la puerta de uno en uno al bajo y a la batería para que se mezclen en un único y especial sonido. De nueva cuenta este increíble tema hace uso del inicio calmado que encamina al sonido hacia un punto cumbre de mayor fuerza, en especial con su conclusión donde Dennise despliega todo su poder vocal.

La Mala Influencia y Un Ente Así se mueven por la línea explicita que tienen KKK, ambas tienen coros pegajosos y divertidos, en especial la primera que nos habla sobre cómo hay que soltar a esas influencias negativas de nuestro entorno para así ya no andar cagandola.

Ahora pasando al track insignia, Caos. Ubicada en el pupo del disco, ofrece la mejor mezcla entre el sonido computarizado del viejo Can, con su nueva aproximación más rockera. Tiene uno de los coros más memorables del disco y su letra le hace honor a su nombre. A su vez, cuenta con la participación de Roger Ycaza (Mama Vudú) quien encaja perfectamente con la vibra del grupo y se compenetra con las vocales de Santos. Si hay algo que puede resultar más memorable que la canción, es su video musical, el cual es una proeza audiovisual para la época en la que fue hecha. Caos es Can Can en su mejor forma.

De este punto en adelante, el disco va en bajada con su ritmo, pero no con su calidad. Canciones como Valles, Al Mar y Extraño tienen arreglos más sutiles, con clímax más cortos y momentos más pausados. Dando mayor luz a las letras reflexivas. Aquellos tracks sirven como aperitivo para dos de los momentos más profundos del disco.

Escopolaminame es una canción increíblemente emocional, con la voz de Santos acompañada de una guitarra acústica y ligeras armonías en el fondo, nos trasladamos a una canción sobre la dependencia emocional y la necesidad por pertenecerle a alguien que solo nos causa daño. Aquella sumisión no solo es un elemento narrativo, pues pareciese que el canto de la vocalista persigue al sonido delicado de la guitarra.

Para cerrar este gran espectáculo, Can Can decide irse con una nota emotiva y personal. Pequeño Can es delicada y sutil. Habla sobre la necesidad por ser validado por los demás, y el dolor que ocasiona no poder llenar las expectativas de alguien a quien deseamos. El clímax al final de la canción es el final perfecto para un disco empapado de sentimiento y creatividad.

Legado

A día de hoy es imposible decir que la actual escena independiente sería lo que es, sin haber tenido una semilla como Can Can. Tanto en su inicial sonido computarizado, como en el pop-rock efusivo de este disco, la banda marco la pauta para el sonido de diversos grupos y artistas que verían la luz en mediados y finales de los 2010. Siendo que incluso siguen saliendo homenajes y covers de canciones del Can.

Algunos de los logros más trascendentales de la banda fueron apropiarse del sonido estadounidense (en este caso influencia directa de Stringfellow) y volverlo criollo. Siendo una banda de rock con inspiraciones extranjeras, pero con liricas ecuatorianas, que te ayudaban a relacionarte profundamente con su mensaje, escapando de estereotipos o caricatura mal hechas. Esta base lirica ha sido la carretera que han transitado casi todos los proyectos modernos, del país, con el fin de acercase a su público.

Por último, Dennise sería de las primeras vocalistas femeninas en sacar la cara por la escena indie. Con su tremendo rango vocal llegaría a ser elemento fundamental no solo de Can Can, sino de otros proyectos como Mundos. Dándole en la jeta al típico mamador que dice que toda vocalista femenina latinoamericana suena igual.

Si bien en teoría la banda no ha muerto, su último avistamiento en los escenarios ya está por cumplir 10 años. Aun así, no faltamos los fieles fanes que seguimos esperando su regreso, aunque sea para una última tocada más, donde sea posible esfumarse entra los ladridos melodiosos del Can.

Parlantómero

Clásico

Caos es un álbum cargado de matices melancólicos e introspectivos. Es profundo sin ser pretencioso. Con su ensamblaje sencillo te atrapa para que lo escuches y recuerdes de por vida.

Canciones Favoritas

  • Tiempo

  • Pesadilla

  • KKK

  • 1 12 25

  • La Mala Influencia

  • Un Ente Así

  • Caos

  • Valles

  • Extraño

  • Escopolaminame

  • A Donde Voy

  • Glandulas

  • Pequeño Can

Escucha Caos:

Caos (2011) es un trabajo de Can Can, propiedad de La Increíble Sociedad del Can y Can Can.

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