El rey no estaba muerto (o enfermo) … solo descansaba en el trono mientras reflexionaba sobre la próximo mandato que presentaría a la corte tras una serie de ordenanzas que le han costado una serie de críticas que pusieron en tela de juicio sus últimas acciones. Sin embargo, él nunca les ha fallado a los súbditos que, por más de 25 años, se han mantenido fieles a su régimen. Hoy, de la mano de Hit-Boy, uno de sus consultores reales, el rey regresa más fuerte que nunca para traernos la segunda parte de King’s Disease, un sucesor que destronó al último álbum en la línea de sucesión de Nas, el inmortal rey de Queensbridge.
ALL HAIL THE KING
Es grato escribir sobre Nas, pues fue gracias a él (y a otros grandes grupos y emcees) que me enamoré del rap. Nas fue la razón por la cual decidí sumergirme en esta cultura tan rica. Los primeros trabajos de Nasty reflejaban de manera perfecta los paisajes urbanos y creaban sinfonías que amenizaban los ghettos de inicio y mediados de los noventa. No por nada lo consideramos, desde hace ya mucho tiempo, como uno de los rappers más importantes de la historia del Hip-Hop. Se podría decir que su curriculum es intachable, pues goza del respeto y admiración de, prácticamente, todos los que demostramos nuestro amor por el rap. Quizás esta fue la razón principal por la que los últimos proyectos del sr. Nassir Jones me dejaron algo confundido, ya que no se trataban de proyectos mediocres. Al contrario, estos habían alzado las expectativas de todx head que amara o escuchara la música de Nas.
Además, a raíz de este nuevo capítulo artístico en la vida del artista de Queens, se volvió una costumbre el que sus trabajos sean totalmente producidos por una sola persona como en el caso de Nassir (el cual fue enteramente producido por Kanye West) y King’s Disease (predecesor de este KDII), proyecto encabezado por Hit-Boy. Si bien estos trabajos no son malos, no han sabido sumarle lo suficiente a la carrera del “chico milagro de Queens”, sobre todo ahora que los reflectores están volviendo a fijarse en leyendas de los noventa como él. Si habláramos principalmente de King’s Disease, en lo personal me pareció un álbum soso donde, si bien Nas exploraba algunos otros planos rítmicos y líricos, no pudo desplegar todo lo que YO esperaba. Sinceramente, tenía miedo del resultado que traería a cuestas esta nueva entrega de King’s Disease, la cual, nuevamente, sería piloteada por Hit-Boy. Sin embargo, me alegra haberme equivocado una vez más.
King’s Desease II es el proyecto que termina por cimentar la buena química que prometían Nasty Nas y Hit-Boy en su primera entrega. Este se trata de un álbum consistente que comprende de mejor manera las formas líricas de Nas, dando como resultado un proyecto que se oscila entre el ’94 y los frutos maduros que Jones recolectó tras la primera mitad de la década de los 2000. Claramente, Nas se encuentra en un punto de madurez artística, un lugar donde sus pensamientos e ideas poseen mucha más sabiduría. Por ende, todos estos conocimientos adquiridos están muy presentes en esta segunda entrega de King’s Disease. Esto no quiere decir que en la primera entrega no haya habido todo este knowledge, solo que, ahora, siento que el rol de Nas como un líder (o “rey”) toma mucha más forma y temas como The Pressure, Death Row East, Moments, Nobody o Count On Me, un autentico shout-out a todxs lxs que hemos crecido y criado con la música de este hombre; estos temas son la prueba exacta de que Nas ahora se mueve por un piso más estable, en el cual puede demostrar todo lo que en KD no pudo.
Asimismo, ahora más que nunca, veo necesario reconocer el buen trabajo de Hit-Boy, quién, lejos de ser un productor de renombre con una gran carrera que lo respalda, ahora, ha encontrado en su dupla con Nas un nuevo laurel a su palmarés. El productor entendió el correcto tratamiento de la voz de Nas y, ¿cómo lo hizo? Bueno, en un principio, tomo producciones que tiraban de tintes clásicos y las modificó para que, tanto nuevos como antiguos oyentes de la “Leyenda de Queensbridge”, puedan disfrutar de un trabajo que se acopla a las necesidades. Parece que Hit-Boy esta vez no decidió doblar el talento del artista neoyorquino hasta una posición de incómoda donde Nas rimara sobre producciones que lo obligaran a probar sus talentos para la nueva y vieja escuela. Ahora, Hit-Boy hace que Nas se desenvuelva, una vez más, sobre beats que se acoplan a sus status de leyendas del Hip-Hop más clásico y puro. Sin embargo, esto no quiere decir que Hit-Boy descuide los terrenos del Hip-Hop contemporáneo. De hecho, este se da suficiente abasto para regalarnos un par de producciones drumless en los temas The Pressure y Composure (track donde el mismo productor suelta algunos verso de gran calidad).
Finalmente, cabe recalcar que no existen tantas colaboraciones (obviando la de Hit-Boy). Sin embargo, una de las pocas que existen en este álbum y que ya se perfila para convertirse en una de las más importantes de 2021 es la de la gran Lauryn Hill. Ms. Hill ya había colaborado con Nas en el pasado dentro de uno de los temas más conocidos de Nasty. Sin embargo, esta gran colaboración dentro del tema Nobody es, sin duda, uno de los hitos más grandes de este KDII y a mi parecer, iguala la calidad que Ms. Lauryn Hill inyectó en If I Ruled The World (junto al mismo Nas) hace más de 20 años atrás.
La enfermedad del rey
Si bien el nivel de acoplamiento que tuvieron Nas y Hit-Boy para este álbum fue superior al primero, este no deja de tener algunos problemas que son, más bien, una suerte de repetición de malas fórmulas utilizadas en KD. Para empezar, no podemos dudar en el trabajo que estos dos tipos realizaron en este proyecto. Aún así aún existen algunas asperezas que no me dejaron disfrutar de este álbum en su 100%. Algunos temas que prometieron mucho y terminaron por decepcionar, colaboraciones rancias y contra-picos que le han quitado puntos a este KDII. Por ejemplo, temas tan esperados como EPMD 2 o YKTV tuvieron poca repercusión. De hecho, quizás tenemos en frente una de las peores colaboraciones del año. Así es, me refiero a la de Eminem y A Boogie Wit da Hoodie, quienes, parece que están sacando el peor material de su carrera. Asimismo, el feature de Blxst terminó por deberme un huevo, pues confiaba en él y en su voz, una de las más chéveres del neo-soul.
Parlantómetro:
3,8 / 5
Nas y Hit-Boy en King’s Desease II lograron mejorar todo lo que prometieron en la primera entrega.
Canciones Favoritas:
The Pressure
Death Row East
Nobody
Composure
Escucha King's Disease II en:
King's Disease II (2021) es un trabajo de Nas, propiedad de Mass Appeal.
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