Ha pasado más de un año y medio desde la trágica muerte del joven rapero y promesa de la música, Pop Smoke. A pesar del corto tiempo que Bashar Barack Jackson sostuvo la atención de los reflectores, su impacto en el mundo del hip-hop fue demasiado grande, llegando a adquirir el estado de culto por miles de fanáticos. Su memoria logro perdurar y sostenerse gracias a su primer disco póstumo, Shoot For the Stars Aim For the Moon, un disco que, a pesar de sus fallas, lograba capturar la esencia y valor del rapero.
Todo pudo haber terminado ahí, con un cierre digno y emotivo para un talentoso joven. Pero ya saben cómo son las disqueras, siempre quieren más y más no siempre significa mejor. Así que aquí estamos, listos para hablar del tropiezo (por decir lo menos) que es Faith, segundo álbum póstumo de Pop Smoke.
El Trastorno de la vil Moneda
¿Qué carajos paso aquí?, en serio puede alguien decirme ¿cómo carajos pasos esto? Yo entiendo que los álbumes póstumos tienen un estigma medio pesado en cuanto a trastornar la vision de los artistas con tal de capitalizar su legado, ha pasado un montón de veces con una gran cantidad de ejemplos, pero puede darse el caso de que exista un buen álbum póstumo. Es más, el disco que precede a este es un buen ejemplo de cómo hacer un buen proyecto que respete al artista, aun cuando obviamente solo sea un producto de la disquera que quiere hacer plata. Lo que intento decir es que, por más que sea cuestionable liberar música inédita de un artista fallecido, hay formas y formas de hacerlo. Faith no es una buena forma de hacerlo.
Este álbum tiene 20 canciones (36 si cuentas el Deluxe) y solo 4 son buenas, y como si fuera poco una de esas es el intro en el que la mamá de Pop Smoke explica el significado del nombre de su hijo y el valor de su legado, para que luego este sea destruido en casi 1 hora de malas canciones.
More Time es el único track en todo el disco donde Pop Smoke tiene protagonismo porque en el resto de sus canciones él apenas aparece en los coros, haciendo que Faith parezca The Neptunes y sus amigos. Pharrel y Chad son grandes compositores y productores, diablos ellos son genios, pero se nota que no entendían ni un poco del estilo de Pop Smoke o del drill neoyorkino para el caso, porque a este álbum le falta drill y le sobra todo. Hay una cantidad inconcebible de beats nefastos, featurings aburridos, canciones que literalmente me causan dolor de cabeza y barras repetitivas. Hasta las canciones que resaltan, como Demeanor con Dua Lipa, están muy fuera del lugar porque esto no parece un álbum, sino un compendio de las peores canciones de Pop Smoke.
Pero hay que ser justos, ni siquiera puedo culpar a Pop de tener malas barras, porque apenas aparece en su propio disco, incluso sus apariciones se sienten como demos mal acabados. Por otro lado, Ye, Pusha, Rick Ross, Quavo, Lil Tjay, Swae Lee, Kodak, Cudi, Pharrel, absolutamente todos hacen huevadas, es como si se hubiesen adecuado a la idea de que este iba a ser un álbum de mierda y decidieron no ponerle ni un poco de esfuerzo a sus apariciones. Las colaboraciones que más brillan recaen en Rah Swish, Dua Lipa, 21 Savage y Takeoff, quienes no estoy seguro si dieron una actuación fenomenal o todo el resto es tan soso que ayudan a que estos pocos resalten.
Como si no fuese suficiente que las colaboraciones son horribles, está el mixing o bueno el trabajo que hicieron con la voz de Pop Smoke. Ya es triste y reprochable que el rapper apenas y aparezca, pero se reciclan varias barras y versos que ya habían aparecido en canciones del álbum pasado, lo cual el colmo porque pudieron rebuscar en los mixtapes y sacar algo de ahí o de canciones poco conocidas, pero no es el caso. Incluso hay partes donde ni siquiera estoy seguro si es realmente la voz del rapper, como en Back Door.
Este proyecto pudo haber resumido en 7 canciones, algo más sencillo donde todos esos versos dispersos que hay en Faith, se convirtieran en tracks estructurados con barras más pesados y duras que hicieran justicia al estilo tan distintivo del rapero. Para este escenario también pudieron reducir las participaciones a rappers británicos que manejen el drill y 3 interludios donde usaran fragmentos de entrevistas, cosa que, si hicieron este disco, pero mal porque hasta en los interludios se jalan ya que el intro donde habla la mamá de Pop Smoke, esta es acompañada de un beat que no encaja, pero para el interludio donde Pop Smoke suelta fuego puro, hay silencio en el instrumental.
Con el álbum hecho todo un merequetengue de pop, reggae, trap, electro y un Pop Smoke que no está ni a un 50% de sus capacidades, es fácil perder el interés, pero este no fue mi caso pues mientras el disco se aproximaba a su final no podía evitar pensar ¿qué diablos está pasando? ¿por qué decidieron tomar un estilo de producción tan desordenado e inconexo para un proyecto que merecía más respeto? Y en forma de respuesta grosera llega el outro del disco, donde tras un segmento de rap muy corto, Pop Smoke habla sobre la importancia de mantener el control creativo de tu arte, lo cual es una despedida acida para un disco que escapó por completo de la visión creativa de una de las mentes jóvenes más prometedoras del rap contemporáneo.
Por si no quedo claro, todo esto fue hecho por el dinero y el hype, así que no tiene sentido darle una oportunidad a la versión Deluxe, que de seguro trae otras 10 canciones para acabar de aplastar la memoria de Pop Smoke.
PARLANTÓMETRO
1.3 / 5
Brush Em es la única canción en la que de verdad creo que Pop Smoke participó.
Canciones Favoritas
Good News
More Time
Brush Em ft. Rah Swish
Demeanor ft. Dua Lipa
Escucha Faith:
Faith (2021) es un trabajo de Pop Smoke, propiedad de Victor Victor Worldwide y Republic Records, una división de UMG Recordings, Inc.
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