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Foto del escritorMartin Morales

La Rapbia Clan - La “R” Verdadera

Actualizado: 23 abr 2022

A mediados de los noventa, la escena del Hip-Hop ecuatoriano estaba marcada por una enorme brecha temporal que la distanciaba de sus contrapartes sudamericanas. Por un lado, grupos como La Colección y artistas como Au-D o Gerardo, influenciados por el rap de mediados de los ochenta, promocionaban una rama comercial del Hip-Hop. Es decir, creaban música pensada para sonar en los “clubes” y radios de moda. Por otra parte, crews como HHC o la legendaria Tzantza Matantza establecieron un trinchera independiente, alejada del sonido comercial que identificaba al rap ecuatoriano. A finales de los noventa, y con un país azotado por la mayor crisis económica de su historia, aparece LA RAPBIA CLAN: una célula de nuevos rappers, conformada por Marmota MC, EQUIS y Chévez; nacida en el parque de skaters de “La Carolina” y empecinados en crear música que hablara sobre la severidad de las calles, los líos entre pandillas, la brutalidad de los “chapas” y la prevalencia de los ritmos duros que representaron a toda una generación con muchas más preguntas que respuestas.

Casete con la Portada Original de "La R Verdadera"

Descomponiendo La “R” verdadera

Como siempre suelo hacer en este tipo de reseñas, empiezo partiendo por los detalles externos que suelen rodear al proyecto. En este caso, la ilustración de esta maqueta fue realizada por EQUIS y hace referencia a Nabiki Tendo, personaje del anime Ranma ½. Ella está desnuda y en sus “posaderas” se puede apreciar una letra “R”, en estilo gótico, que hace referencia a la marca de LA RAPBIA.

Pero bueno, pasando a lo bueno… ¿por dónde empezar? LA RAPBIA siempre se ha caracterizado por el realismo de sus líricas y crudeza. Las producciones que identifican el estilo de este álbum, y su música de esta escena, en general, son predominadas por un espectro áspero y rígido. Una exquisita variedad de música “hace parte” de los samples recolectados, cortesía de viejos vinilos repletos de: boleros, música nacional y de cámara, san juanitos o música popular de los 70’s y 80’s. De esta manera, los beats rinden culto a todo el legado de grupos como el Wu-Tang Clan o, del ya citado, Tzantza Matantza. De hecho, en los créditos de producción y grabación se encuentra Kirubba (nombre con el que antes era conocido el inmortal Sucio Kastro), quien produjo todo este trabajo junto a Marmota (de hecho, me atrevería a decir que se trató del primer trabajo de Fausto como beatmaker).

Los temas, de igual manera, denotan sentimientos de furia, enojo, “ra(p)bia”. Los reclamos de una juventud que está “arrecha” por cargar con el peso de la intolerancia, toman forma en la voz de Mota y Chévez. En temas como “Esta es mi ciudad”, “En el barrio”, “Viejos Tiempos” y “La madrugada”; “El Profesor” entra “con todo”, ejemplificando la desigualdad y violencia en la que vive inmersa la ciudad de Quito. Las palabras de Gortaire son retratos vivos del conflicto callejero: las peleas entre las pandillas por defender su honor en la calle, un ajuste de cuentas “necesario” para mantener el equilibrio, la historia de un joven que se ve atrapado en hampa y, en general, las vivencias de lxs que han crecido en un entorno marginal, apartado del amparo de la ley y la paz.

Pero, como dije, “la variedad está a la orden del día” y esta, va de la mano del otro integrante de la “R”. Chévez, trae una versatilidad lírica envidiable. Su flow es rico, lleno de sorpresas y esto lo podemos apreciar en temas como “La Marihuana”, donde realiza una oda completa a los beneficios, bondades y prejuicios erróneos que se le adjudican a la “planta sagrada” y otros como “La R verdadera” (tema que le da nombre al proyecto), donde brinda un banquete repleto de beef a todo aquel que “ose” hacerle frente.

Y como siempre, para concluir, las colaboraciones que se “hacen ver” para la realización de este producto: todas, y cada una de ella, destacables. Empezando por Kirubba, tanto en su rol como productor y asesino lírico, quien realiza una aparición magistral, creando una “composición maestra” entre la esencia callejera y la vibra añeja del rap de los 2000. De igual forma, Doble HH y FFango realizan apariciones increíbles. El primero, por su gran química con Marmota dentro del tema “En mi barrio” y el segundo, por su parte, explaya un gran carisma y sentido del humor en “La combinación perfecta”, dándole algunos tintes ”coloridos” a un trabajo de tonalidades oscuras.

Legado

Más allá de la importancia (evidente, por si las dudas), está la influencia que ha llegado a todos los grupos que surgieron tras la figura de LA RAPBIA. Sin esta piedra angular, hoy no pudiésemos hablar de grupos como 38quenojuega, Mugre Sur, El Bloque e incluso, del colectivo de Hip-Hop más grande de nuestro país: Quito Mafia (QM). Este pequeño grupo fue la semilla para que se diesen otros tantos frutos de la escena ecuatoriana y, a consideración de este humilde redactor, varios de sus integrantes ya han pasado a formar parte del sitial de las leyendas y referentes del Hip-Hop en Sudamérica. Lamentablemente, Marmota, su fundador, murió hace poco menos de dos meses. Un duro golpe para nosotrxs, sus fervientes seguidores y amantes de la música que hacía. Descansa en paz, “Profesor”.

Parlantómero

Clásico

El ritmo duro de los 2000 sigue vivo en todos los que hicimos escuela tras las enseñanzas de Fausto y compañía. ¡Luz eterna y shout out a uno de los mejores grupos que, este país, ha visto nacer!

Canciones Favoritas

  • La combinación perfecta (Con FFango)

  • Cartas sobre la mesa (Con Sucio Kastro)

  • Una vida más que se va

  • La R verdadera (Raggamufin puteadera a los falsos)

Escucha los dos lados de La "R" Verdadera en:


La "R" Verdadera (2000) es un trabajo de La Rapbia Clan, propiedad de Amuank rec's y Quito Mafia Clan.

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